Esta mañana los pasillos de infantil se impregnaron de un apetecible olor a repostería. Los responsables éramos nosotros, los peques de dos años. Ya sabéis que nos encanta cocinar y San Valentín era una buena excusa para demostrarlo.
Algunos habéis tenido la suerte de probarlos pero para los que no, os explicamos brevemente en que consisten nuestros corazones dulces.
Utilizamos planchas de hojaldre, huevo batido y corazones de azúcar y azúcar glass para decorar. Con un molde hicimos las formas de corazón en el hojaldre apretando con ganas, después los pintamos con el huevo y con mucha paciencia los decoramos con el azúcar. En 15 minutos, a 160 grados salían del horno muuuuuuucho más grandes y listos para comer. Mirar, mirar...
Como sabéis llevamos un tiempo trabajando el cuadrado, por eso esta obra era ideal, ya que reunía varios conceptos que nos interesaba reforzar: El cuadrado, los tamaños grande, pequeño y mediano y los colores rojo, azul y amarillo. Esta vez el reto no era fácil, hacer una réplica de un cuadro abstracto como el de Mondrián sonaba ambicioso, además los ingredientes tenían que ser saludables y ricos al mismo tiempo. En casa no pudisteis verlo porque nos lo comimos en un desayuno que fue un auténtico festín. Un poco de imaginación y una batidora de ideas dieron este resultado...
Esta vez el taller ha sido pan comido. Como acabamos de conocer a Pincu hemos decidido elaborar esta sencilla receta de pingüinos de chocolate. Hemos necesitado :
Ya era hora de que las profes nos hicieran un taller de cocina saludable. Para hacer el muñeco de nieve necesitamos: manzanas, uvas, plátano, y palitos de mikado. Nos resultó un poco difícil pues si partíamos el plátano es rodajas finas se nos deshacía al meter la brocheta, además el chocolate se nos derretía en las manos. Pero descubrimos que haciéndo las rodajas más gordas era más sencillo y que el chocolate se nos quedara en las manos se solucionaba chupándose los dedos.