Esta mañana los pasillos de infantil se impregnaron de un apetecible olor a repostería. Los responsables éramos nosotros, los peques de dos años. Ya sabéis que nos encanta cocinar y San Valentín era una buena excusa para demostrarlo.
Algunos habéis tenido la suerte de probarlos pero para los que no, os explicamos brevemente en que consisten nuestros corazones dulces.
Utilizamos planchas de hojaldre, huevo batido y corazones de azúcar y azúcar glass para decorar. Con un molde hicimos las formas de corazón en el hojaldre apretando con ganas, después los pintamos con el huevo y con mucha paciencia los decoramos con el azúcar. En 15 minutos, a 160 grados salían del horno muuuuuuucho más grandes y listos para comer. Mirar, mirar...
Ñam,ñam...¡Pero que rico! Estos niños son unos cocineros estupendos.
ResponderEliminarSi, cada vez tienen más maña, ya estamos pensando en el siguiente taller..
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